capítulo XXII

-Puede no ser tuyo.
-¿Qué dices ahora?
-Verás, no te lo he contado todo. Salgo con alguien desde hace un tiempo; cuando me acosté contigo ya éramos pareja. Se llama Javi…
-Como si se llama Kevin Costner de Todos los Santos. ¿Me lo dices ahora?
-No ha habido momento, no solemos vernos para compartir nuestra felicidad, precisamente. Además, sé que es una tontería, pero pensé que tal vez te pondrías celoso.
-¡Celoso, dice! ¡Qué cojones tendrán que ver los celos! Tía, que estamos hablando de un hijo, no de quién la tiene más larga. Además, me refiero al momento en que me soltaste el bombazo, no a los días que me acosté contigo ¿No sabes quién es el padre?
-No estoy segura, creo que tú, pero no lo sé. Justo un día antes me acosté con él, pero en los días más fértiles estaba contigo. A lo mejor te lo tenía que haber comentado…
-¿A lo mejor? Tú no estás bien, eso tuyo tienen que mirártelo…
-No empieces, déjame terminar. Es que estaba muy asustada y no pensaba con claridad. Lo primero que hice fue contártelo a ti. Luego hablé con él y fue en ese instante cuando me di cuenta de que no te lo había dicho todo. De ahí que haya vuelto a quedar contigo.
-¿Sabe que el niño, bueno o niña, la criatura, ¿se dice feto todavía o no es feto? da igual, podría no ser suyo?
-Claro que lo sabe.
-¿Y no le importa?
-No diría exactamente que no le importa. Podría estar embarazada de mi ex ¿cómo crees que le sienta? Pero ha sido comprensivo. Es muy buena persona y se está portando genial. Lo primero que dijo cuando se enteró…
-Que sí, que sí. Que Javi es un tipo como pocos, reguapo y rebueno y requetecomprensivo y ¿a qué lo adivino? Folla de puta madre.
-No eres más tonto porque no eres más grande, de verdad.
-Soy un virtuoso. Un poco gilipollas, pero virtuoso.
-Me río por no llorar, que lo sepas.
-Pero te ríes…
-Bueno, que no me hagas el lío. Mañana le dan a Javi los resultados.
-¿Se está sacando el graduado?
-Víctor, coño…
-Sigue, perdona. A veces el gilipollas se come al virtuoso.
-En fin, que eso: que me mañana nos dan los resultados.
-¿Pero no me tengo que hacer la prueba yo también?
-A ver cariño mío…
-No me llames así.
-Perdona. A ver, gilipollas: si el no es el padre, eres tú. ¿Te crees que me he estado follando a toda la ciudad?
-Tiene sentido. Lo primero, digo.
-Ya. Oye ¿el café está asqueroso o yo tengo el paladar atrofiado?
-El paladar muy bien no lo has tenido nunca.
-Es verdad, te la he chupado.
-Touchè. El café está asqueroso, es raro, suelen hacer buen café aquí.
-¿De qué te ríes?
-Nada, da la impresión de que de un momento a otro nos vamos a poner a hablar del tiempo.
-Es verdad, deberíamos estar mucho más serios.
-No te creas, es más fácil así. Ya llegará el momento de ponerse serios.
-Tenemos que hablar de cómo lo vamos a hacer.
-Vero, prefiero hablar del tiempo, o de fútbol, hasta de política, si me apuras, no me apures porfa. Por qué no dejamos la incomodidad para cuando se confirme que la noticia es incómoda.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por ser así.
-No tiene mérito. En el fondo no es más que egoísmo, sólo que da la casualidad de que te ha venido guay.
-Eres único dejándote querer.
-De nada. Uno, que tiene sus armas.
-Si quieres podemos cenar juntos. Javi trabaja esta noche y supongo que estarás muy nervioso solo en casa.
-¿No has tenido ya suficiente?
-Idiota, no hablo de eso, no vamos a hacer nada. ¿Es que tú no tienes fondo? ¡Estoy embarazada!
-Las embarazadas follan, lo he visto en la tele.
-El National Geografic está haciendo mucho daño.
-Tranquila, aún no estoy tan mal, lo escuché en un programa del corazón.
-Mucho mejor, no esperaba menos.
-Bueno, en serio, que no hace falta. Mi padre está en casa unos días. Por el rollo de vender el piso y tal.
-Ah.
-Sí.
-Sí qué.
-Que sí sabe que puedo ser padre. En realidad piensa lo mismo que yo hace unos minutos, que voy a ser padre. Uff, tengo que hablar con él.
-Y…
-Bien, se lo ha tomado bien. Dentro del charlote que me ha metido, le he notado contento. Me parece que le mola la idea del nieto. En fin, yo que sé, ya sabes que él te aprecia mucho.
-¿Cómo está?
-Echa de menos a mamá, aún está en la fase de pillarse pedos como pianos. El pueblo le está sentando bien.
-Lo irá superando. ¿Y tú?
-Yo creo que va a seguir haciendo buen tiempo.
-OK. Oye, me voy a ir. Tengo que comprar y hacer unas cosillas.
-No te preocupes. Yo también me he terminado el café
-No es eso…
-Pírate ya anda. Que ya lo sé.
-¿Cuánto es aquí el café?
-Déjalo, ya pago yo, me voy a quedar un rato. ¿La cafeína no es mala en tu estado?
-Sí, poco a poco, ya he dejado de fumar.
-Pues lo siguiente el café.
-Que sí, pesao.
-Y si después pudieras dejar de ir acostándote con tus ex ya es que lo clavas.
-Menos mal que te conozco y te delata la sonrisa, porque te estás ganando una leche de las que hacen historia. ¿Pagas tú entonces? ¿Dónde mierda he puesto las llaves? Aquí están. Vaya, me ha llamado Javi, no lo he escuchado. Me voy.
-Ya te has ido dos veces con ésta.
-Sí, bueno, eso. Que adiós, dame un beso.
-¿Me llamas mañana?
-En cuanto sepa algo. Dale un besazo a tu padre.
-De tu parte. Adiós.
-Adiós.
-Y cuídate… Ciao.
-Ciao.

-Damián, el café estaba asqueroso.
-Pensé que te querrías librar de ella pronto y he pensado que el café aguado haría bien su trabajo.
-Coño, pero el mío haberlo hecho con cariño.
-Perdona, eso ya ha sido placer a secas.
-Uff, ponme un copazo y dime qué te debo, anda.
-Sí, me tomo uno contigo.
-Estupendo, pero entonces pagas tú.
-Como si no lo supiera ya.
-¿Viste el partido de ayer?
-Pamela y yo nos estamos separando.
-Yo mañana voy a saber si tengo un hijo con Verónica.
-Empate a uno.